La fractura de cadera no es una epidemia pasajera. Ha venido para quedarse.
La fractura de cadera no es una epidemia pasajera.
Ha venido para quedarse.
En los últimos meses, coincidiendo con el inicio de la estación invernal, se ha producido un incremento en el número de pacientes que ingresan en nuestros hospitales enfermos de gripe. Y en los medios de comunicación se ha hablado de que existe una epidemia. En traumatología también coincide esta época invernal con la aparición de otra epidemia. La de la fractura de cadera.
El término epidemia, es una descripción en la salud comunitaria, que ocurre cuando una enfermedad afecta a un número de individuos superior al esperado en una población durante un tiempo determinado.
Sin embargo, el incremento en el número de pacientes que sufren una fractura de cadera en esta estación del año no debe sorprendernos, puesto que estudios epidemiológicos nos han permitido apreciar que existe una periodicidad estacional y que su incidencia es mayor en invierno y menor en verano, por norma general.
Independientemente de las pequeñas variaciones estacionales, o también geográficas, que se han observado, lo que realmente nos preocupa es, que el número de fracturas de cadera continúa aumentando año tras año y, como ya se había previsto, se está convirtiendo en un grave problema de salud pública.
¿Por qué aumenta de forma constante esta patología y por qué es un problema tan importante de salud pública?
- Porque la fractura de cadera es predominante en la población mayor de 65 años. En España el 18,4% de la población es mayor de 65 años y la previsión es que este porcentaje aumente. Del año 2016 al año 2017 el número de habitantes mayores de 65 años ha aumentado en 100.000 personas, y paralelamente se ha producido un aumento en el porcentaje de octogenarios. Estas previsiones son alarmantes de cara al futuro. Por ejemplo, en Cataluña, se prevé que en el año 2051 más de un 30,5% de la población será mayor de 65 años.
- Porque la incidencia de la fractura de cadera es mayor en pacientes mayores de 80 años, y a pesar de que todos nos beneficiamos de que nuestra vida, hoy en día, es más larga que hace décadas, nos tenemos que enfrentar a determinadas afecciones directamente relacionadas con la edad. La osteoporosis, la pérdida de la capacidad motriz, agilidad y fuerza muscular, aumentan con el envejecimiento y constituyen factores de riesgo absolutos en la aparición de fracturas por fragilidad (como la fractura de cadera).
El 75% de las fracturas de cadera en España, se producen en pacientes mayores de 80 años. Adjunto un gráfico en el que se observa, que la edad media de nuestros pacientes es muy superior a los 80 años. (Gráfico) - Porque es mortal en alrededor de un 8% de los pacientes en el primer mes tras la fractura y puede ascender hasta un 30% en el primer año.
¿Qué es lo que sabemos?
- Sabemos lo que no podemos cambiar: La edad y género de los pacientes, el tipo de fractura, el estado de salud previo a la fractura, la movilidad previa, el día de ingreso (fin de semana o inter-semanal) y el riesgo anestésico (ASA).
- Sabemos lo que sí podemos cambiar: Demora desde el ingreso hasta la intervención quirúrgica, control del dolor, optimización médica pre y post-operatoria, identificación y tratamiento de síndromes geriátricos y otras complicaciones, identificación de déficits nutricionales, rehabilitación precoz y prevención de segundas fracturas.
¿Qué medidas se han tomado?
- Nuevas guías de tratamiento y protocolos terapéuticos.
- Tratamiento multidisciplinar integrado.
- Disminución de la demora para la cirugía.
- Optimización médica precoz (traumatología, geriatría y anestesiología)
- Circuitos acelerados de tratamiento.
- Rehabilitación precoz.
¿Tendremos éxito en el control de la epidemia?
- Hasta ahora la mayor base de datos de fractura de cadera del mundo (la del Reino Unido), muestra una disminución constante en la mortalidad en el primer mes. Ha disminuido de un 11,5% a un 8% en 10 años.
- Pero no sabemos si, a pesar de todos los esfuerzos, seguiremos manteniendo está disminución constante en los próximos años. Algunos estudios sugieren que la epidemia crecerá y nuestros esfuerzos serán infructuosos, porque aumentará la población mayor de 65 años y la edad media de los pacientes, así como la morbilidad asociada a la edad.
Por todos estos motivos, es importante ser conscientes de que nos enfrentamos a un problema de salud pública, que colapsará los hospitales y los centros de convalecencia y que supondrá un consumo de recursos socio-sanitarios de enorme magnitud. Es necesario continuar con la implementación de medidas para mejorar el proceso asistencial de los pacientes con fractura de cadera y también prevenir la aparición de estas fracturas.
Gráfico: Se muestra el número de pacientes ingresados en nuestro Hospital cada año desde 2013 hasta 2017, observándose un aumento en el número de ingresos; y la edad media anual que se ha mantenido constante en 85 años.